El problema de respetar viejos paradigmas en el monitoreo de alarmas

26 de marzo de 2024 por
Andromeda
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Nota realizada por Lic. Diego Madeo.


Si bien las pequeñas y medianas empresas encargadas de prestar servicios de monitoreo son el gran motor de este segmento, muchas veces por respetar viejas fórmulas de trabajo pierden su propio potencial y horizonte de crecimiento. Cierta flexibilidad y capacidad de adaptación les permitirían moverse con agilidad en un mercado en constante desarrollo, respondiendo rápidamente a las necesidades más emergentes. Pero en muchas ocasiones esto no sucede y colabora con el atraso tecnológico en un mercado mundial que no detiene su evolución.


El hecho es que en los últimos años muchas empresas siguen pensando en el "par de cobre", intentando salvar medios de comunicación que ya no son viables adaptando equipos e invirtiendo en tecnologías que no favorecen al cliente final retrasándolos tecnológicamente. Mientras los usuarios aman las nuevas tecnologías e invierten en ellas actualizando todo tipo de electrodomésticos como televisores o celulares que pueden costar hasta tres sistemas de seguridad completos, el mercado de seguridad de alarmas sigue, en muchos casos, aferrado a modelos obsoletos queriendo salvar situaciones de comunicación con el centro de monitoreo. 


El gran contraste


Según un informe reciente de la consultora Markets and Markets, el mercado de monitoreo de alarmas en Latinoamérica está experimentando un notable crecimiento. Se proyecta que este mercado crecerá anualmente a una tasa compuesta del 8,3% hasta el año 2025. Además, se espera que, para ese mismo año, el mercado alcance un valor de US$ 7.500 millones. Esta cifra incluye todos los ingresos generados por los servicios de monitoreo de alarmas en diversos segmentos de mercado, como la seguridad para residencias, pequeñas y medianas empresas, grandes empresas, infraestructuras críticas, localización y seguridad personal, entre otros. Sin duda, este panorama representa una gran oportunidad para las PYMES del sector.


El rol de los actores en el mercado de seguridad: ¿Quién debe asumir la responsabilidad?


¿Quién es el verdadero responsable cuando los sistemas de seguridad se ven obstaculizados por problemas de comunicación? ¿por qué persiste la resistencia a la evolución y actualización de los sistemas de alarmas en términos de comunicación? Durante años, las empresas de telecomunicaciones han estado emitiendo señales de advertencia sobre la evolución inevitable que se está gestando a nivel mundial en el ámbito de las comunicaciones. Han señalado de manera reiterada la obsolescencia de ciertos medios de comunicación, indicando que el avance tecnológico está haciendo que estos métodos tradicionales sean cada vez menos efectivos y eficientes.


En la actualidad estas compañías, involuntariamente, están empezando a generar inconvenientes en las comunicaciones hacia el centro de monitoreo, lo cual podría ser percibido como riesgos potenciales y en desarrollo. Con el paso del tiempo, estos problemas seguirán incrementándose. Cada semana, miles de usuarios son desconectados silenciosamente de las estaciones de monitoreo sin que estos lo adviertan, lo que resulta en el corto plazo en pérdidas de cuentas y una atención deficiente en el servicio.


A lo largo de los últimos años, empresarios y Cámaras han intentado abordar esta situación a través del diálogo con las empresas de telecomunicaciones, pero lamentablemente, parece que éstas no muestran interés en resolver el problema. La inversión de tiempo y esfuerzo en litigar con las empresas de telecomunicaciones debido a la obsolescencia de tecnologías no conducirá a una solución efectiva del problema, lo han demostrado las últimas gestiones. Además, las propuestas planteadas hasta el momento son conflictivas desde el punto de vista tecnológico, donde los costos asociados no se justifican en relación con la solución ofrecida.


Tendencias y riesgos en la expansión de las empresas de telecomunicaciones hacia las tecnologías en seguridad


Imaginemos un escenario donde las empresas de telecomunicaciones, siempre en busca de innovación, deciden expandir su territorio hacia el mundo de la seguridad electrónica, en realidad no hace falta imaginarlo, ya está pasando y se profundiza este modelo de negocio en Europa. Este movimiento en los paradigmas del negocio promete cambiar el juego en el sector de las alarmas en los próximos años. Sin embargo, detrás de esta iniciativa se esconden desafíos y riesgos que no se pueden pasar por alto.


En este nuevo capítulo, surge el desafío de competir en un mercado ya casi saturado (porque casi todos hacen lo mismo), donde cada empresa lucha por su lugar bajo el sol.


Pero la integración de servicios de seguridad por parte de las telcos podría provocar una intensificación de la competencia, lo que erosionaría aún más los márgenes de ganancia y alteraría el equilibrio del sector.


Además, los precios de abonos de servicios por monitoreo se sitúan por debajo del promedio mundial y, lamentablemente, no se han tomado medidas significativas para abordar esta preocupante realidad, empresas de monitoreo mayoristas que parecen estar muy alejadas de los valores tradicionales profundizan la crisis. Y adicionalmente a estos problemas, introducir cambios tecnológicos en la comunicación de los sistemas resulta aún más desafiante, ya que muchos se muestran reacios a asumir costos adicionales para realizar actualizaciones de hard. Enfrentados a este dilema, surge la pregunta inevitable: ¿Qué se hace para revertir esta situación? Doy mi opinión más adelante.


Volviendo el tema de las telcos, con la expansión de la oferta de servicios por parte de estas empresas, también hay una creciente presión para aumentar los ingresos medios por usuario y el beneficio por cliente. Esto implica un delicado equilibrio entre agregar más valor a la factura del cliente y mantener la rentabilidad del negocio a largo plazo, lo que implicaría reducción de costos por parte de las empresas de telecomunicaciones en los próximos años afectando la calidad del servicio ofrecido. En este contexto, resurge la importancia de las pequeñas y medianas empresas que brindan servicios de alta calidad y personalizados. ¿Cuál será la empresa mejor preparada para enfrentar este desafío? ¿Aquella que continúa evolucionando y adaptándose a las nuevas tecnologías, o aquella que persiste en mantenerse en el pasado, aferrada al "par de cobre"? ¿Cómo se están preparando estas empresas? ¿Cuántas de ellas trabajan sobre un potente CRM, calidad de atención, tableros de control, nuevos paradigmas del Marketing, etc.?


En esta nueva era de servicios integrados, la clave radica en encontrar el equilibrio adecuado entre la innovación y la estabilidad financiera. Las oportunidades son tentadoras. Sólo aquellas empresas capaces de navegar con destreza a través de este mar de desafíos emergentes serán las que logren alcanzar el éxito y asegurar su posición en el mercado del futuro.


Debemos seguir aprendiendo, nutriéndonos de contenido, conocimiento e instruyendo al cliente final sobre lo que realmente implica la frase "Tecnologías aplicadas en seguridad". Cambiar la forma en que las empresas de monitoreo se comunican con sus abonados será parte del cambio que todos debemos abordar. Es crucial explicar que la tecnología también evoluciona para mitigar la inseguridad cotidiana y que es necesario invertir para mantenerse protegido, en este sentido, las Cámaras, como CEMARA, desempeñan un papel fundamental y seguramente será el gran desafío que se tenga por delante.

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